lunes, 28 de abril de 2014

Heridas.

No quería que llegase este momento. Pero es necesario. Entenderme. Entender. Por qué.
Por qué nunca pude ser feliz. Con ellos. Mis padres, como todos los niños, de vacaciones. Juntos. Navidades, lo normal. Si no era separados. No había nada. Ningún afecto por su parte. Ninguno por la mía. Es algo que desde pequeña vas desarollando. Y cuanto más tiempo pasa la bola se hace mayor. Hasta que te ahogas. Entre lágrimas. Entre palabras. Intento no respirar para no ahogarme. Hoy. Y siempre.
Nunca creer ser merecedora de ello. De amigos. De amor. Por mi. Estoy atrapada dentro de una puta red. Dentro de un muro. 
Despositas confianza en personas que aparentan ser lo que no son. Y así me va. Demuestro a quien no debo. Y aparto a quien me ama. Creí saber como actuar cuando llegase el momento. Y llega. Y me paraliza. No puedo hablar. No puedo pensar. Todo está cayendo. Conmigo. Con nosotros.
Nunca habían apostado por mi. No me habían hecho sentir importante. Simplemente. No quería irme. Y perderlos. Y perderte. Pero o estás de un lado. O del otro. Imposible a mitad.
Y ahora sólo se quiero perderme en tus pupilas. Y volver a verte sonreir. Como todas esas madrugadas en la que me dedicabas tus palabras. Tus insomnios. Tu mirada.
Seguiré luchando hasta quedarme sin aliento. Porque abrazarte es mi rutina preferida. Y querría hacerlo todos los días de mi jodida vida. Despertarme y verte a mi lado. Indefensa. Increíblemente pequeña y. Siento que si te pierdo se me sale el corazón por la boca. La impotencia se desliza por mis mejillas. Manchando mi cara de decepción. Decepción por no ser lo que siempre quise ser. Tu gran amor.
Aunque me de miedo, escribir es lo único que me queda. Los domingos empañan mis pensamientos. Puede que sea solo yo. O la lluvia que moja el cristal. O mi peor version. Y la más real. Puede que sea sólo drama. O simplemente sentirme más perdida que nunca y no encuentrar escapatoria. Tan solo un halo de luz. Tenerlo claro desde el principio hace que todo se distorsione y oscurezca al final. Oscuridad entre sábanas mojadas por la incertidumbre del futuro. Por el miedo al vacío. Al fracaso. A la decepción. Ser. Decepcionante. O ni si quiera ser. Nada. Hoy solo encuentro pesadillas envueltas en realidad. Hoy solo encuentro problemas que crei olvidados. No volver a encontrar, me, más.

domingo, 6 de abril de 2014

La nostra storia semplice.

Qué decir cuando ya no hay palabras. Qué hacer cuando ya no se puede hacer nada. Qué hacer cuando todo en lo que creías se desvanece. Sin esperártelo de nuevo. Seguimos. Nos paramos. Sigues. Te alcanzo. Me separo. Me acercas. Y el límite no sé quién lo pone. Ni hasta cuando. Pero no puedo evitar que el abismo me desespere. Y el abismo es tu ausencia. Preferir no respirar, para no ahogarme en un mar de olvidos y peleas. De celos. De caos sin orden. De desorden. De necesidades. Solo necesidades. Y mentiras. A ti. A mi. Un sentimiento que recíprocamente se apaga. Y ya no sé de quién es la culpa. Quizá solo sea un domingo negro y aterrador. Quizá sólo sea Vetusta. Quizá solo sea realidad. Quién coño lo sabe. Quién me sabe. Y a ti. Al final puedes pasar toda una vida junto a alguien que ni si quiera conoces por el mero echo de necesitarlo más que a ti misma. ¿Esto? El temor de no encontrar a alguien que nos vuelva a completar como hasta ahora, o simplemente el miedo a quedarnos solo. ¿Tan mala es la soledad? Ridículo que me haga estas preguntas después de pasarme tres cuarto de mi vida así. Quizá esa sea la razón, conocer un sentimiento que no puedes ni quieres volver a sentir. Yo ya no sé nada. Como nunca lo he sabido. Pero ojalá fuera diferente, de verdad. Ojalá por una vez en mi vida tuviera una sola certeza en vez del miedo asfixiante de no volver a ser. Nosotros.

viernes, 4 de abril de 2014

Me dueles. Me duelo. Por no saber expresar todo lo que significas para mi. Por no repetirtelo a diario. Por no demostrartelo. Por no hacertelo todo mas fácil y por ser tan complicada. Por todos los celos. Por todo lo que se me pasa por la cabeza a diario. Por el miedo a perderte y no volver a verte mas. Por seguir creyendolo aún después de todas tus ganas de convencerme de lo contrario. Por mi inseguridad. Por mis decisiones. Por mis errores y los que no quise ver. Por los malos momentos. Por herirnos en vez de amarnos. Por no contarnoslo todo. Por la desconfianza y el miedo. Por estar aqui ahora escribiendo. Pero te amo. Te amo a diario. Te amo a pesar no haber sido perfecta. A pesar de todo el sufrimiento. A pesar de mis enfados. A pesar de todo lo prestablecido. A pesar de mi confusión. A pesar de mi. Por que te amo mas que a eso. Mas que a mi misma. Y nunca podras saberlo porque eso es algo que solo puedo sentir yo. Que me duele y me arde dentro. Que noto como se me revuelve todo dentro cuando te tengo. Todo cambia contigo. Incluso consigues que yo lo haga. Por eso, gracias.

- BLOGS -