domingo, 9 de junio de 2013

Escribir para avanzar. Y progresar. Para no estancarme. Para entenderme. O no. Y canalizar. Y callarme las ganas de mandarlo todo a la mierda. Porque sé como acaba la historia. Y me niego. Y los días se hacen cada vez más cortos. Y los momentos se consumen al contacto de mis dedos con tu rostro. Y me rompo en mil imperfecciones que te buscan sin respuesta. Porque estás sin estar. Y no hay salida. Y yo tampoco. No me dejas. No nos dejamos.
Querernos se convirtió en algo esporádico. Utópico. Opcional. Quizá dramatice. Inevitable. Son dos realidades. La objetiva o la visceral. Y si esto es demasiado, me importa poco ya. Porque lo he dado todo. Cuando debía haber razonado. El control. De mis emociones cuando te pienso. Aún sigue ahí. Es verte y aún tiemblo. No es bueno. Ni malo. El principio del fin. El comienzo de yo, hecha trizas, sangrando las mismas heridas, congeladas en el tiempo, por un solo instante en tu pensamiento.
Escribo para calmar. Para no hablar de más. Consolar. A una idiota que espera con todas sus fuerzas que la salven. Irreal. Incontrolable. Lo siento. Necesito esto. Es perfecto. Por momentos. Antes de todo el dolor y el sufrimiento. Por pensar que todo esta por dentro. Que nada de esto es lógico. Desvaríos.
Soy incapaz de darle la vuelta. Verlo todo de otro modo. Lo intento. Y aquí sigo. Hasta que se vuelva a parar el tiempo. Y volvamos a encontrarnos en este mundo incierto.
Matadme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Thanks so much for taken a bit of your time here:)

- BLOGS -